27 de febrero de 2010

Los segundos eternos

A veces la belleza queda empañada por algún hecho, o algún cristal sucio, o quizás por una lágrima que te difumina el horizonte.

Puedes soñar y creerte eterno pero a la hora de la verdad, lo único eterno que tenemos es el siguiente segundo de nuestra vida. Vivir tranquilos, confiados de que las personas solo mueren de viejas y no de repente es mentirse a uno mismo, es pretender llevar las riendas de un mundo que nunca fue cuerdo ni fiel a la vida. Un mundo que se está dejando pellizcar por el hombre, pero de repente harto de esas pequeñas molestias, decide moverse y tragarse unas cuantas casas, unos cuantos bienes materiales y otros tantos humanos... Y no aprendemos la lección, dejamos que otros sigan pellizcando, dañando y maltratando... Seguimos siendo humanos, tropezando una y otra vez con la misma piedra...

Hoy he caído de repente a la realidad. Hoy quiero seguir pensando en abrazarte, pero no el próximo año, si no en el siguiente segundo, que es lo único que tengo seguro ahora mismo...

Quiero sentirte aquí, escucharte decirme un "Estoy bien", y poder estar tranquila...

Quiero dormirme otra vez y al despertar saber que nada de esto que siento tiene sentido, porque estás bien...¿verdad?...

Yo no nací para ser paciente...yo nací para vivirte...

20 de febrero de 2010

Llenar las ilusiones de colores


Desde hace unos días, unas semanas más bien, las cosas han ido sucediendo de una manera tan rápida pero a la vez tan tranquila, que me sorprende que la vida se de el tiempo de quitar importancia a ese mismo tiempo.

Cuando sientes que ya no queda más bajo de ti, que estás en lo más hondo, de repente esa sensación es cierta y empiezas a ascender de nuevo, siguiendo luces; tantas que la sensación de deslumbramiento es inevitable.

Te embarcas en mil proyectos. Ideas que tenías aletargadas en un espacio sin vida dentro de ti, empiezan a palpitar con fuerza, a pedir su espacio en el mundo, a quererse ver realizadas, o al menos, escritas con bolígrafo sobre una hoja de papel. Inflar esas ideas, una a una, con esmero y cuidado, como si se tratara de globos, de diferentes colores y tamaños, pero creados para crecer, y según con qué se hinchen, incluso para volar.

Mis sueños empiezan a perfilarse como realidades. Y solo espero que el futuro que está dormido en mí, despierte tal cual lo he imaginado.




14 de febrero de 2010

La oscuridad ante la luz

Estos últimos días no me ha sido complicado ver la profundidad de ciertas imágenes... y eso me ha hecho, en cierto modo, sucumbir a la tristeza.

En esa caja que preside todos los comedores (del primero hasta del tercer mundo), nos machacan con imágenes tan crudas que ni toda la la bondad del mundo podría vestirlas de mentiras para no sufrirlas. Nos hemos habituado al dolor de los demás como si fuera una caricatura del nuestro. Tres segundos de palabras aprendidas, de maldiciones y críticas, y volvemos a la vida del que tira, del que malgasta y compensa con mentiras, un mundo lleno de incertezas.

Tuve miedo de encontrarme a mí, de aquí a un par de años, acomodada en el sofá, diciendo "yo ya cumplo, soy socia de Intermón" y seguir viendo la tele diciéndome a mí misma: "ya hice lo que pude...ahora que cumplan otros...quiero acabar de pagar mi hipoteca"...

Hablando de mi hoy, quiero dejar la certeza de que me consume el consumismo y me mueve el corazón... supongo que quién haya estado dónde estoy, entiende la confusión que siento en mí, desde que pude verme sin nada, y entender que también así, soy feliz...

Y suena la tele de fondo, masacrando ideales y neuronas que en otras circunstrancias, hubieran dado con la tecla, para salvar no solo el mundo, si no el conjunto de planetas...

10 de febrero de 2010

Ya no me quedan fuerzas

Una y otra vez luchando contra un muro impenetrable de años de obcecación. Miradas penetrantes, palabras hirientes y comprensiones erróneas de buenas palabras... Entender lo que se quiere y escuchar lo que interesa, moldear el mensaje, dejarse llevar y explotar en cólera.

Celos, miedos y angustias. Ansiedad y culpabilidad. Culpabilizar y herir. Huir y gritar. Desconcierto, agonía y soledad.

No es justo estar presente en la vida de otros y causar y ser causa de ese malestar. No tenemos la culpa de crecer con otras conexiones cerebrales, trabajar más unas habilidades que otras, comprender el mundo y la vida de una manera totalmente distinta. No podemos negarnos para satisfacer al prójimo. Tampoco negarlos para sentirnos realizados...

¿Debería el día a día darnos herramientas para vivir sin complicaciones? ¿O es ese propio día a día el causante de que las grietas en las relaciones acaben partiendo el alma en dos?

Aire nuevo, enfriar la mente, renovar la visión y dejar que el corazón gane terreno...


Me mueves sentimientos; desequilibras mi bienestar...