27 de enero de 2012

A penas...

A penas falta media hora para verte aparecer por la misma puerta que esta mañana te desdibujó al irte al trabajo. Vuelvo a tener esa sensación extraña de nervio y ansiedad por verte. Quizás sea insano quererte tanto pero me llenas como el vicio más ruin y me sacias como el agua en un desierto inmenso. Ya no sé (ni quiero) vivir sin tu presencia. 

Muchas veces utilicé las líneas de este blog para hablarte de distancia, sueños, utopías y hormonas incontroladas que se morían por sentirte. Hoy puedo hablar del amor más puro e intenso, el que entregas con una simple mirada, con una caricia furtiva, con un beso en mi pelo. Hoy sé que en menos de media hora podré sentirme de nuevo completa y en casa entre tus brazos.