12 de diciembre de 2010

Yo si puedo

"Yo no podría". He escuchado y dicho esa frase tantas veces que me suena a chiste cuando la oigo. Tengo 23 años y me prometo a mi misma no usarla de nuevo porque sería mentirme.

El dicho que dice "nunca digas de este agua no beberé" cobra hoy más sentido que nunca en mi vida haciendo recuento del camino que llevo trazado desde que existo como ser humano. Límites autoimpuestos, mentiras que funcionan de calmantes, envidias encubiertas, falsa dignidad, falsa modestia, miedo al fracaso y poca tolerancia a la derrota. Eso es lo que conlleva afirmar que "Yo no podría".

La teoría general de las cosas la tenemos más que clara y pretendemos llevarla a cabo en la práctica, pero bien es sabido que la única teoría que realmente funciona es aquella que nace de la práctica, de la acción, del hecho en sí.

Puedo decir que "yo no podría" tal o cual cosa, pero es demasiado cómodo hablar. "El movimiento se demuestra andando" dice otro refrán  popular y siento que es el momento de enfrentar la vida de esa manera. Nada de límites, nada de mentiras, nada de comodidades. Quiero los logros desde el "yo puedo", no desde el "me da miedo, no quiero".

Extrapolo esta reflexión a todos los ámbitos de la vida diaria. Tanto los afectivos, como los profesionales, académicos, sociales o de salud. No pienso ser mi enemiga, me perdono y me apoyo, me voy conmigo a la vida.

22 de noviembre de 2010

Incorduras

Sombría y distante espero el momento del salto a la nada y me agacho, callada, aguardando que lleguen tus buenas palabras, tus versos robados y tus manos heladas. Quizás hubo un tiempo en que yo pude ser el escalón que necesitaste para subir a la fama; ahora que la tienes, que consigues los poderes de la felicidad absurda de un papel fingido me planteo si el destino que buscaba tiene que ver contigo.
Me callo y avanzo como si no fuera nada aquello que siento clavado en el alma. Será mañana, cuando despierte y no sienta cuando pueda decirte que "ahí tienes la puerta". Hoy aun te quiero, ahora aun te siento. Hoy aun respiro solo cuando te pienso.

14 de noviembre de 2010

Por dentro

Tengo la extraña costumbre de mirarme al espejo y no reconocerme. Veo el contorno de mi cuerpo de arriba abajo y me detengo al llegar a mi cara, que se supone que es mía pero nada tiene que ver conmigo. Reconozco pequeñas porciones, les pongo atención pero no sé sumarlas para crearme a mi. Mi autoimagen no tiene forma humana. Soy un cúmulo de emociones encerradas en un recipiente prestado. Así me siento. 

Alguna vez me hicieron ejercicios de relajación, de esos que tienes que tumbarte en el suelo, cerrar los ojos e imaginar cada una de las partes de tu cuerpo con detenimiento, pensar en los dedos de tus pies, uno a uno y empezar a subir. Yo no me relajaba, más bien me daba cuenta de que no sé en dónde vivo en realidad ni qué envoltorio da lógica a mi existencia ni me representa como ser humano. No me importa mi piel ni mi forma. Solo mi interior vive. 

Creo que mi cuerpo es una herramienta que se llena de valor cuando las emociones lo embriagan. Cuando los sentimientos callan, mi cuerpo muere. Cuando los sentimientos gritan, es mi cuerpo el que te abraza; soy yo quién lo manda, quién te siente. 

13 de noviembre de 2010

Adoro andar por ti

Hoy he podido sentirte una vez más aquí y he descubierto que adoro andar por ti.

He recorrido tu mirada cabalgando por tus pestañas, una a una, flexibles y eternas, tan tuyas que las he envidiado sanamente; ya sabes, como se envidia a quién quieres, con amor. He bajado por tu nariz como si fuera un tobogán y me he agarrado a tus labios, no sé con qué, pero mi vida pendía de ello. Suaves, cálidos y perfectos emparejados me han regalado una sonrisa que me ha llevado a tu pelo. Y ahí, perdida y enjaulada en la libertad de tu azotea, me he quedado quieta sintiendo el movimiento leve de tu vida, notando el calor de tu mente, la melodía de tu silencio y la paz de tu existencia.

He abierto los ojos y seguías tan lejos como ahora que estás leyendo esto. He abierto los ojos y el aire me olía a ti.

24 de octubre de 2010

Ana sonríe dormida

Ana sonríe dormida. Pensaba en un posible título para dar sentido a las siguientes palabras pero ahora que he vuelto a escribir la frase y me dejo llevar por los mil caminos diferentes que podría trazar, decido que ahí termina la historia. 

Ana podría ser cualquiera; mi abuela se llamaba Ana y por eso mi nombre no es como el de las demás, porque el mío viene de ella, y sólo por eso, es el nombre más bonito que he podido nombrar desde que nací: Ana. Anuncia el verano y huele a almendro; sabe a higos y a moras clavadas en cualquier paja encontrada al borde del camino. Suena a risa y a inocencia, a brisa fresca en las noches de verano, sentadas en la puerta hablando con los vecinos que también se fueron y están con Ana, con esa Ana, con mi Ana.

Empecé escribiendo esta historia sin saber cómo llenar el hueco blanco que me han prestado y ahora que ella impregna estas líneas siento que faltan espacios para hacerle justicia a su nombre. 

Estoy sonriendo al recordarla. Ya hace casi cinco años que murió por dentro y nosotros tuvimos que quedarnos fuera, sin poder hacer nada más que quererla demasiado, tanto, que aun la quiero a mi lado. 

Y es que Ana sonreía siempre, dormida o despierta. Y ahora entiendo por qué el título de esta entrada. Ella quería hacerme saber que sigue en mí, en mi nombre y en mi corazón. Hoy ha venido a verme. Y yo, Ana, sonrío despierta y voy a sonreír dormida porque hoy vuelvo a olerte, a sentirte y a recordarte.

 Fuí feliz a tu lado, la más feliz del mundo y diste sentido a mi vida:
Quiero ser como tu.

23 de octubre de 2010

Soy de la Generación NI NI

Me llamo Ana Belén. Tengo 23 años. Soy Diplomada en Educación Social.

No soy Educadora porque me falta experiencia para empezar en cualquier puesto que me interese. Sin experiencia no puedo tener trabajo, sin trabajo, la posibilidad de experiencia expira.

No entiendo mucho de política ni me considero excesivamente culta en cuestiones de estado. No me gustan las matemáticas ni controlo los números con demasiada soltura. Pero pese a todo esto, sé que si siguen sumando los meses sin encontrar trabajo y siguen restándome oportunidades el resultado será catastrófico dentro de mí.

No me compensa el resultado de unos años estudiando y trabajando a la vez para tener un título (que deja que desear), aguantar que lo que desde pequeña te venden como algo grande, cuando eres grande se convierta en minúsculo y poco útil. Estoy desengañada pero no derrotada.

Aunque me aten las manos y me sienta fracasar, siempre hay caminos que trazar.

Lo más triste es que no soy la única en esta situación. El país deja que los jóvenes con ganas de cambiar el mundo se queden en casa destrozando el interior de cada uno. ¿A dónde vamos?... Yo no quiero naufragar.

22 de octubre de 2010

Me gusta


"Conviene no olvidarse nunca de que el otro existe: aquél que no es como nosotros,
que no comparte nuestra cultura, ni nuestro aspecto, ni el poder de nuestra
palabra mayoritaria, y conviene asimismo recordar que, pese a su diferencia,
posee los mismos derechos que nosotros tenemos: nosotros, que somos los otros
para él."
(Rosa Montero)

13 de octubre de 2010

Miente y perece

"Renaces en mí cada vez que me miento. Cuando intento explicarme que ya no me acuerdo de ti vuelvo a sentir que me invades con tus cosas, con tu forma de ver la vida, con tu manera de sonreírme y esa forma tan peculiar de sacarme de quicio a la vez que me encantas. 

Me miento, constantemente reniego del sentimiento que aun te profeso y sigo mintiéndome al creer que soy sincera. Y sigues tan presente que cualquiera diría que suman más los días sin verte que los que nos vimos. Parece mentira pero es verdad. Eres la verdad más grande que he metido en mi cama y con la que más días he amanecido.

Los días siguen pasando y la nariz ya ni me crece; los demás ya no preguntan porque dan por hecho que la verdad es esa mentira que llevo por delante. Tu nombre ya no tiene cabida en mis libretas ni en los sobres de mis cartas. Te he guardado tan adentro que cuando no puedo oler tu recuerdo me invento recuerdos que huelan a ti. 

Renaces en mí cada vez que me miento y me muero un poquito cada vez que te pienso." 

11 de octubre de 2010

Caricias de alfabeto...

Cuando pienso en ti sabes de sobras que me olvido a mi. Me basta pensar en tu voz, tus palabras y promesas para nacer de nuevo atada a una sonrisa. Qué fácil es ver la vida desde ti y hacia ti y qué complejo vivirla sin poder tocarte y mirarte. Y te prometo que antes de conocerte pensé que era una persona paciente, pero ahora sé que hay una paciencia eterna cuando se trata de sueños, anhelos y esperanza. 
Ahora siento que las revoluciones suben como la espuma, quiero tenerte cerca, tanto que mis poros hagan ventosa con los tuyos y pueda respirar de ti. Y si de deseos se tratara, juntaría el rompecabezas del mundo para poder ir a buscarte andando y no depender de ese mar que nos separa, de esos años de distancia, de esas culturas diferentes ni de esos prejuicios sin alma. 
Sigo cerrando los ojos y viéndote, sigo apretando mi mano y dentro de ella encuentro la tuya, sigo queriendo crecer para ser tan grande como tu... Yo también, cuando sea grande, quiero ser como tu.
Pensarte es mi consuelo, quererte es un tesoro.

2 de octubre de 2010

No que resulta un Si

Te dejas llevar por ese sentimiento amargo que dejan los años cuando una relación deteriorada pasa a segundo plano sin que te des cuenta, cuando dejas de luchar por el "te quiero" y pasas al "puedo vivir sin ti". A penas te das cuenta del montón de sinsabores que rodean todo lo que haces precisamente porque no puedes compartirlo con ese alguien al que quieres pero con el que aunque no esté, puedes vivir . Puede que le veas a diario, que le debas demasiado y que ni siquiera devolviendo aquello que te dio pudieras pagarle. Dejas pasar los días, las semanas y los años y la distancia es tan tremenda que no concibes la forma de volver atrás, de saltar el abismo y dejar caer al precipicio los rencores, el orgullo y el miedo de sentirte idiota. 
Hoy me he sentido idiota, pero por todo el tiempo perdido, por no darme cuenta que ese abismo se rompía con mis brazos abrazando a esa persona, con mis ojos llenos de las lágrimas de alegría que no pude compartir por terca y con ese par de palabras en mis labios que nunca debí callar. "Te quiero".

1 de octubre de 2010

Empatía y utopía

"Te estás llevando los pedazos que dejé olvidados en aquella manta de recuerdos pasajeros. Pretendes que vuelva a pensar en ellos, que los cele y los capture para siempre, porque sabes que fueron vividos contigo, pero así no se hacen las cosas. Nunca funcioné por presión y tu simple presencia me presiona. Y lo peor es que sigues mirándome cada vez que rebuscas en mí un solo ápice de cariño, y claro que no lo encuentras. Te encargaste de acabar con él y también conmigo.

Dices que soy fría, distante y malhablada. Cuando no lo era, decías que era una cría, inocente y aburrida. Antes de conocerme seguro que también hallaste la forma equivocada de describirme. Y es que nunca supiste quién era, solo focalizaste tus ideas en quién querías que fuera. Y no sé si entraba en tus planes que acabara olvidándote, pero si era así, enhorabuena. No quiero verte más."

23 de septiembre de 2010

Perdida en Barajas

Tienes la boca del estómago cerrada. Hace horas que deberías haber partido hacia tu destino. Te esperan, pero un montón de inconvenientes azotan tu viaje y se atrasa una y otra vez, igual que tu paciencia, que parece que no piensa dignarse en aparecer.

Estás en un aeropuerto a miles de quilómetros de casa, a unos cientos, en el fondo, de gente que te aprecia y quiere, pero no hay autobuses, no conoces los trenes y el avión se sale de tu presupuesto. 

Llevas horas sintiéndote sola, desamparada, pese a que tienes al menos a cuatro personas llamándote telepáticamente...pero no tienes cobertura ni para eso. Parece que nada va a salir bien y te colapsas. Madrid y Barcelona quedan muy lejos aunque eres una chica que conoce Centro América como la palma de su mano. Otro mundo distinto, grande y feroz está azotándote con su indiferencia y debes sentirte pequeñita, angustiada y desubicada. Ojalá y me llames pronto y calmes mi boca del estómago también. Ojalá pueda verte en unas horas y darte ese abrazo que tanto siento que necesitas/amos.

Hoy tu Nicaragua debe tener sabor a nostalgia... No sabes lo que daría por restar kilómetros al mapa...

9 de septiembre de 2010

Septiembre

Septiembre se empeña en abrir sus alas y cerrar ventanas, poco a poco, según las pieles y las almas. Las puertas de los colegios suenan a risa, y recién levantados, tienen aspecto de necesitar tres cafés de buena mañana para recuperar el ritmo muerto en vacaciones. Los relojes dejan de sonar a olvido y marcan las horas con ritmo frenético, comiéndose presentes y defecando pasados. El futuro pasa a ser ese extraño primo hermano del presente, que cada vez está más cerca...que cuanto más primo, más se arrima.

Septiembre huele a otoño invernal, igual que la primavera es el título del artículo "verano". Son 9 meses de gestación y nace el año, en ese instante en que el calor amaina, se enfrían las camas y usamos mantas para evadirnos de tristezas y verdades. Las calles empezarán a ser frías y quizás hirientes, cortarán las manos y la cara si no las cuidas bien. 

Septiembre me habla de ti. Vives en un lugar en que Septiembre es primavera, las ventanas se abren cada vez más porque las pieles y las almas lo demandan. Los colegios huelen a despedidas y apagan luces. Los relojes suman instantes y no minutos. Tu empiezas el año con primavera, sol, calidez y buen tiempo. Agua, paseos y helados. Manga corta, viento artificial. Las calles hablan de silencio y tranquilidad, niños corriendo y riendo haciendo ese ruido tan sano que da la vida. 

Septiembre me trae el invierno, a ti te anuncia el verano y, mientras, yo agacho mi cabeza protegiéndome como un gusano de seda en su capullo. Tu eres la mariposa que tiene las alas más bellas del mundo. Yo soy de España, tu de Chile. 

Septiembre sonríe aquí y allí. Septiembre es el punto de salida, ahora lo sé. 

6 de septiembre de 2010

Babas mentales

"Sé y reconozco que a veces soy difícil, obstinada y malhablada, que no atiendo a razones, que escucho a borbotones y no pongo fe en nada. Asumo que los días son momentos y los momentos se esfuman si no los vives lentos. Creo firmemente en mis principios y principalmente huyo de los que no tengo escritos. Amo con descaro y acuarelas pero hay días que mis pinceles se secan. Sueño con mañanas redondos, pero adoro los adornos que tienen forma de cubo, de estrella, de punta y tijera. Arropo con verdades que hieren y escupo caricias que nadie quiere. Confirmo que sé complacer a todos, pero solo a unos pocos conformo. Reelijo a diario mis vicios y siempre acaban siendo los mismos. Confieso que huyo al espejo aunque me encuentro siempre en los reflejos. Tiendo a sonreír a las tristezas y hacer serias las alegrías. Intento reprimirme en mis locuras, pese a ser una locura hacerlo. Añoro los años pasados pero anhelo los que vengan. 
Tengo miles de defectos resultados de virtudes mal llevadas. Entiendo que soy mi verdugo y salvadora, mi antagonista querida, mi soga al cuello y mi mejor compañía."

24 de agosto de 2010

Hoy

"Las emociones se apoderan de mi. Me dejo llevar por ellas, pero no sé cuándo llegaron ni encuentro la manera de llegar a la raíz, a la semilla que las ha hecho crecer así y dar los frutos que están dando. Tengo sueño, ya no sé si por costumbre o necesidad, pero mis ojos piden tregua a cada rato y como el mundo no me reclama yo sigo metida en mi guarida, resguardada del aire renovador. Me gusta saberme ausente y así entretenerme en buscarme.

Rondan nombres por mi cabeza, imágenes y personas que me importan, pero me resigno a pensar, añorar y dormir. No tengo fuerza para cambiar mi estado y tampoco la busco. Quiero sentirme así. Sé que cuando mejore no habrá quién me pare.

He tenido presentimientos, angustias y desvelos que anuncian que algo malo va a llegar en breve. Quizás por eso estoy recogiendo fuerzas, aislada del mundo, para enfrentarlo cuando llegue. Quizás solo me estoy dejando llevar por el miedo. Sea como fuere, hoy soy consciente de la situación y aun así me adentro en ella, me jacto y regocijo hasta que me canse de esta soledad."

16 de agosto de 2010

Uno de tantos pasados que no existen II

"Eran las 3 de la madrugada y no podías dormir. Me llamaste aunque sabías que estaría con ella o quizás precisamente por eso lo hiciste. "Me falta el aire", fue tu frase al preguntarte cómo estabas. No sé si sabías que tenías ese poder sobre mí, pero inmediatamente me quedé sin aire en mis pulmones y tuve que hacer un esfuerzo enorme para que no lo notaras. 

Eran las 3 de la mañana y Ana se había quedado dormida a penas media hora antes. No quise molestarla y me fui al comedor para hablar contigo. En cuanto supiste que no estaba cerca de mí, volviste a respirar aire y con él, volví a respirar yo también. Me contaste que Juan no era lo que esperabas, que necesitabas desahogarte conmigo, porque, pese a todo, era tu mejor amigo. Yo quise preguntar a qué te referías con aquél "pese a todo", pero no tuve valor. Me pediste un consejo y te lo di. "No te merece, déjalo". No hablaba yo, eran mis celos. A ti te encantaba hablar con ellos, te sentías importante. A mi me derrotabas cada vez que ellos te daban la razón.

Abriste la ventana de tu cuarto y sé que me lo dijiste para que recordara aquellos momentos en que o la abríamos o nos moríamos de asfixia con tanto amor sobre las sábanas y fuego brotando de la piel. Suspiré. Sonreiste. Volviste a derrotarme una vez más. Te sentiste victoriosa nuevamente. Me dejé caer sobre el sofá sintiendo que el alma pesaba el triple esa noche; mi sangre reptaba por mis venas, espesa y oscura, vivida. 

Tuve que preguntártelo: ¿Por qué me sigues llamando?. El silencio se hizo hielo en el teléfono y entendí que una vez más mis dardos te hirieron. "No puedo decirte lo que quieres escuchar", me dijiste, creando un iceberg en forma de teléfono en mi oreja. Harto de tanto teatro y dolido, solo pude hacer una mueca de duda, sarcasmo y mentira. "¿Estás ahí?", preguntaste. "Sí, lo estoy, pero no como tu querrías". Colgaste.

Ana dió un portazo en la cocina rompiendo el silencio que me arropaba, rompiendo la melodía que el pasado había dejado en mi. Abrí la puerta y la encontré llorando, tensa y más pequeña que nunca sentada en la mesa, apoyada en sus manos, sin mirarme. No me acerqué, no dije nada. Sabía que había escuchado toda la conversación, que una vez más me cortabas el aire, me hechizabas con tu vida y se rompió un poquito más por dentro. Yo la quería, pero no lo suficiente como para sacarte de mi vida. A ti no podía dejarte a un lado. 

Le di un beso en el pelo y no se apartó, pero dejó de llorar, supo que algo diferente pasaba. Esa noche no le pedí perdón ni le prometí cambiar; no acabé borrando tu número de teléfono del móvil a pesar de sabérmelo mejor que mi DNI y tampoco le juré que ya no te quería. Le di un beso en el pelo y me marché.

Ana no era de esas que te ruega, es de las que prefieren ser rogadas, y se lo agradezco. Creo que Juan no es como ella. Él no entiende que propicies discusiones para poder llamarme después, pero sabe que yo jamás volvería contigo ni la ventana de tu cuarto volvería a pedirme a gritos que la abriera. Juan sabía que me habías perdido. Solo hacía falta que lo supiras tu."

Uno de tantos pasados que no existen

"Sabías de sobras que me daba miedo volar pero conseguiste que cediera. Me agarré a ti como si mi vida se fuera en ello, me dejé llevar con los ojos cerrados con fuerza. Extendiste tus alas y echamos a volar.

Jóvenes, despreocupados y dependientes de nuestros miedos. Así nos recuerdo surcando los cielos y las tierras que nos acompañaron el tiempo que pasamos juntos. Tu me explicabas, yo te entendía. Yo te miraba, tu te dejabas mirar. Tu me mentías, yo lo aceptaba. Yo te celaba, tu tuviste una excusa para dejarme caer desde el cielo.

Sigues volando. A veces te miro y entiendo y acepto tu actitud, otras veces, me provocas un dolor intenso difícil de describir. Aun sigo cayendo desde que me soltaste, esperando a que todo mi ser en conjunto sepa que ya no estás."

14 de agosto de 2010

Podría...

Podría y sin embargo me niego; caer en la tentación del día sin sueños, de las horas simples, del amor ajeno.

Podría volar con alas y caminar solo con pies, escucharte sin sentidos, o quizás desaparecer. Podría vivir muriendo o morirme en vida, más no quiero.

Podría decirte adiós evocando un "hola, bienvenido, te echaba de menos"; podría mentir mintiendo y serte insincera, podríamos caminar de la mano y sentirnos helados...pero prefiero arder imaginando y quemarme con hielo. No eres de carne y hueso, pero te quiero.

Podría fingir el sonido de tu silencio a la perfección; tocar tu canción favorita con la única baza de la fantasía. Podría pedirte perdón por amor y dejarme la piel en tu risa. Podría darte razones tristes, angustias simples, caricias vacías...Podría reírme de ti, mientras tus palabras me miran.

Podría seguir esta declaración de incorduras y prometerte la luna; frenar en seco mis dedos y pasar a tu cintura, pero antes, podría y puedo decirte que del quiero al puedo hay un paso, y mi paso está en proceso...Te quiero y puedo...podría desistir, pero te quiero.

12 de agosto de 2010

Cualquier día es un buen día

Te pienso y me pregunto qué hago aun aquí...
recorriendo estas calles sin ti.
El café se quedó dormido en mi boca
sabiendo que mi cuerpo solo evoca el gusto de tu piel;
ya nada consigue la sal, ni el azúcar endulza mis días,
solo tu voz condimenta mi vida.

Solo tus versos rotos se me clavan
y recomponen las heridas del pasado,
llenando cada brecha con sus plumas
calmando mis nervios con ternura.

Y siento hormigas de amor recorriendo mis manos;
que son caricias que nacieron y aun no te han llegado
mientras mis ojos te dibujan sobre cualquier lienzo de rutina
y conviertes mis dos labios en sonrisa.

Tus manos son la brisa que me envuelve
y el por qué de que no haya día
que mi vida no sea la más afortunada
por ser tú quién le da alas, quién le da aliento...

8 de agosto de 2010

¿Me dejas llenarte de amor?

Esa debió ser la pregunta que me hiciste en silencio cada vez que tus gestos y actitudes, detalles y mimos me rozaban como si fueran manos llenándome de caricias. Te contesté callada, dejándome llevar por los caminos que trazabas. A tu lado, todo estaba bien, las tristezas pesaban menos, las alegrías brillaban el doble.

Rebosante de amor me encuentro hoy sin haberte tocado aun, sin haberte visto de fuera hacia dentro, aunque si de dentro hacia fuera. Me has dado motivos para querer cambiar mi vida y has puesto meta a mis sueños; no sé si soy afortunada o la más rica del mundo... Permíteme un deseo más: cumplamos todo lo prometido, porque a tu lado, codo a codo, seremos mucho más que dos...

7 de agosto de 2010

Sabré llegar

Tengo la mochila preparada desde hace mucho tiempo. Llevo esperando irme de viaje hacia el destino hace muchos meses ya, pero como siempre sucede, aparece un pero. Me falta el dinero y me sobran miedos. 

Mi espalda, cargada como nunca de esperanzas, sentimientos y ganas ha dicho: "¡basta!", y me ha dejado en cama un par de días, agarrotada, como intuía se sentía el alma. Se alió con mi cuerpo y me han tirado sobre el colchón, sin pedir permiso, sin hablar conmigo...y merecido lo tengo.

No me escucho, no me cuido, no me entiendo ni acompaño; voy al son de varios ritmos a la vez, evitándome y pendiente de lo externo. La huelgas de mi cuerpo son entendibles; la presión que me aqueja también.

Mi destino está en mis manos y tu amor es el camino perfecto por dónde trazarlo.

Voy a mejorar y a caminar conmigo, para llegar hasta ti.

3 de agosto de 2010

Marwan

Es la primera vez que voy a escribir sobre alguien que no conozco, que no me conoce y que pese a haberlo saludado anoche, seguramente no sepa nada más de mí, ni yo tenga la suerte de cruzar algunas palabras más con él.

Aun y las circunstancias, aunque no nos conocemos, escucho su música y sus letras y me doy cuenta de que los seres humanos no somos tan distintos; que no importa el sexo, la procedencia , la edad o los genes, que se puede sentir la vida y lo que conlleva estar vivo, de la misma manera.

Estuve sentada entre el público, pero solo le escuchaba a él, le miraba e intentaba comprender de qué manera un don como el suyo se complementa de forma tan exquisita con la humildad, la cercanía y el amor. Y entendí que hay personas con suerte y él es afortunado y único, cosa que convierte a su entorno en invencible y doblemente afortunado.

Invitó a cantar con él a dos grandes, Rafa Pons y Diego Ojeda, y el cariño que se vio se tenían inundó la sala Monasterio de Barcelona. No es de extrañar que se rodee de este tipo de artistas; dios los cría y ellos se juntan...

Al final del concierto pude hablar con él. Me acerqué con el corazón tan lleno de emoción, y admiración que mis palabras sonaban a eco lejano. Hablamos de mi amada Nicaragua, y aunque llevo en España más de un año desde que volví, hablar con él y verle el sentimiento en los ojos de nostalgia, de emociones encontradas, me hizo sentirme comprendida una vez más, como nadie había conseguido en el tiempo que llevo de vuelta. Salí de la sala llena de amor y emoción y quería dejar constancia de que siento que no todo está perdido mientras haya seres como él respirando el mismo aire, luchando contra la injusticia y reivindicando la vida acompañada de sonrisas. 

Gracias Marwan, te espero en mis oídos y seguiré acomodando tus letras en mi alma. 

Sé feliz, siempre... Se recoge lo que se siembra, así que estoy segura de que serás inmensamente feliz si sigues siendo como hasta ahora...y no dejes de dar demasiado: Vaciarse de buenos sentimientos es llenarse de buenas recompensas...


29 de julio de 2010

Punto a punto...

Llevo meses sin dedicar tiempo a la escritura y hoy he vuelto a darme cuenta de que mi caos es resultado de las palabras no expresadas que me queman las entrañas. Esos sentimientos maltratados por mi miedo a base de latigazo y opresión. Por fin pude frenar, gracias a la angustia, respirar hondo y decirme: "Ana, ¿qué te pasa?, ¿cómo estás?, ¿qué necesitas?, ¿qué haces, por qué y para qué?". Bloqueo. Respuestas a goteo.

El techo de mi cuarto no ayuda demasiado; en blanco, solo deletrea ciertas letras de desilusión, soledad y vacío, que nada aportan a mi mente. Cierro los ojos y percibo el cielo, claridad absoluta, luz y algún que otro peldaño de nube. Alcanzo el silencio y el olor a tu nombre. Y descubro que te echo de menos, que no quiero más desorden, que quiero que ordenes mi amor a tu antojo, que no exista la distancia que siento pese a tenerte abrazado a mi cuando te pienso y sobretodo, cuando no y más sabes que te necesito.

Estoy tan cerca de ti de alma y tan lejos de cuerpo que me sobran los límites de mi piel y me faltan los de la tuya. Y sé que estoy viviendo un sueño y la vida no es lo que estamos creando, pero sin ti, no sabría en cuál otra vivir. Nací para estar contigo y contigo voy a estar.

Lo que me pasa es que te amo. Lo que necesito es a ti. Lo que hago es llamarte, porque te necesito, para llenarme de ti. Me desbloqueas con dos palabras, y creas una cascada de sensaciones cálidas que me remueven y empujan a sonreír. Abro los ojos, y aunque no te veo, sé que estás aquí.

8 de marzo de 2010

8 de marzo

Hoy es el día internacional de la mujer trabajadora.

El primero de mayo es el día del trabajador a secas.

¿Hay un día del hombre trabajador?

¿Esto es discriminación positiva hacia las mujeres?

(...)

Flores de hielo a quince días de la primavera; el mundo llora


Puedes inventarte una historia, basada en tus valores morales y éticos, intentando transmitir un mensaje, o puedes difundir el mensaje, tal cual es. Eso queda en tus manos.

A veces nos creemos únicos con nuestras verdades porque ni siquiera las compartimos, dando por perdidos al resto de seres humanos, que sin duda, tienen que ver en esa percepción que tenemos del mundo.

Cuando enunciamos algún problema social, pocas son las veces que nos incluimos, refiriéndonos a los sujetos del "problema" como seres humanos, personas u otros calificativos, que normalmente nos excluyen, no porque no pertenezcamos a ellos, si no porque los señalamos con el dedo, desde una posición distinta, desde la del ser superior.

Cuando aprendamos a bajar la mirada, a sentirnos parte de eso que generalmente repudiamos o preferimos pensar que solo forma parte de los periódicos y los telediarios, será entonces, cuando podamos propiciar el cambio desde dentro, hacia fuera y no al revés.

Porque las ventanas de emergencia se rompen desde dentro, dónde tenemos el martillo correspondiente. Desde fuera, siempre cuesta el doble.

Además, sentirnos fuera del sistema, sería como sentirnos un pez fuera de una pecera. Queramos o no, necesitamos de la sociedad para sobrevivir. Somos seres sociales.

Seguiré intentando comprender el mundo, para encontrar por fin mi lugar, dónde hacer cualquier gesto altruista no esté visto como un delito, o se te tache de loca por ayudar al prójimo. Dónde sonreír sea motivo de sonrisa, y no de desconfianza...

Vivamos viviendo, y no matando al que vive en todo su esplendor...

27 de febrero de 2010

Los segundos eternos

A veces la belleza queda empañada por algún hecho, o algún cristal sucio, o quizás por una lágrima que te difumina el horizonte.

Puedes soñar y creerte eterno pero a la hora de la verdad, lo único eterno que tenemos es el siguiente segundo de nuestra vida. Vivir tranquilos, confiados de que las personas solo mueren de viejas y no de repente es mentirse a uno mismo, es pretender llevar las riendas de un mundo que nunca fue cuerdo ni fiel a la vida. Un mundo que se está dejando pellizcar por el hombre, pero de repente harto de esas pequeñas molestias, decide moverse y tragarse unas cuantas casas, unos cuantos bienes materiales y otros tantos humanos... Y no aprendemos la lección, dejamos que otros sigan pellizcando, dañando y maltratando... Seguimos siendo humanos, tropezando una y otra vez con la misma piedra...

Hoy he caído de repente a la realidad. Hoy quiero seguir pensando en abrazarte, pero no el próximo año, si no en el siguiente segundo, que es lo único que tengo seguro ahora mismo...

Quiero sentirte aquí, escucharte decirme un "Estoy bien", y poder estar tranquila...

Quiero dormirme otra vez y al despertar saber que nada de esto que siento tiene sentido, porque estás bien...¿verdad?...

Yo no nací para ser paciente...yo nací para vivirte...

20 de febrero de 2010

Llenar las ilusiones de colores


Desde hace unos días, unas semanas más bien, las cosas han ido sucediendo de una manera tan rápida pero a la vez tan tranquila, que me sorprende que la vida se de el tiempo de quitar importancia a ese mismo tiempo.

Cuando sientes que ya no queda más bajo de ti, que estás en lo más hondo, de repente esa sensación es cierta y empiezas a ascender de nuevo, siguiendo luces; tantas que la sensación de deslumbramiento es inevitable.

Te embarcas en mil proyectos. Ideas que tenías aletargadas en un espacio sin vida dentro de ti, empiezan a palpitar con fuerza, a pedir su espacio en el mundo, a quererse ver realizadas, o al menos, escritas con bolígrafo sobre una hoja de papel. Inflar esas ideas, una a una, con esmero y cuidado, como si se tratara de globos, de diferentes colores y tamaños, pero creados para crecer, y según con qué se hinchen, incluso para volar.

Mis sueños empiezan a perfilarse como realidades. Y solo espero que el futuro que está dormido en mí, despierte tal cual lo he imaginado.




14 de febrero de 2010

La oscuridad ante la luz

Estos últimos días no me ha sido complicado ver la profundidad de ciertas imágenes... y eso me ha hecho, en cierto modo, sucumbir a la tristeza.

En esa caja que preside todos los comedores (del primero hasta del tercer mundo), nos machacan con imágenes tan crudas que ni toda la la bondad del mundo podría vestirlas de mentiras para no sufrirlas. Nos hemos habituado al dolor de los demás como si fuera una caricatura del nuestro. Tres segundos de palabras aprendidas, de maldiciones y críticas, y volvemos a la vida del que tira, del que malgasta y compensa con mentiras, un mundo lleno de incertezas.

Tuve miedo de encontrarme a mí, de aquí a un par de años, acomodada en el sofá, diciendo "yo ya cumplo, soy socia de Intermón" y seguir viendo la tele diciéndome a mí misma: "ya hice lo que pude...ahora que cumplan otros...quiero acabar de pagar mi hipoteca"...

Hablando de mi hoy, quiero dejar la certeza de que me consume el consumismo y me mueve el corazón... supongo que quién haya estado dónde estoy, entiende la confusión que siento en mí, desde que pude verme sin nada, y entender que también así, soy feliz...

Y suena la tele de fondo, masacrando ideales y neuronas que en otras circunstrancias, hubieran dado con la tecla, para salvar no solo el mundo, si no el conjunto de planetas...

10 de febrero de 2010

Ya no me quedan fuerzas

Una y otra vez luchando contra un muro impenetrable de años de obcecación. Miradas penetrantes, palabras hirientes y comprensiones erróneas de buenas palabras... Entender lo que se quiere y escuchar lo que interesa, moldear el mensaje, dejarse llevar y explotar en cólera.

Celos, miedos y angustias. Ansiedad y culpabilidad. Culpabilizar y herir. Huir y gritar. Desconcierto, agonía y soledad.

No es justo estar presente en la vida de otros y causar y ser causa de ese malestar. No tenemos la culpa de crecer con otras conexiones cerebrales, trabajar más unas habilidades que otras, comprender el mundo y la vida de una manera totalmente distinta. No podemos negarnos para satisfacer al prójimo. Tampoco negarlos para sentirnos realizados...

¿Debería el día a día darnos herramientas para vivir sin complicaciones? ¿O es ese propio día a día el causante de que las grietas en las relaciones acaben partiendo el alma en dos?

Aire nuevo, enfriar la mente, renovar la visión y dejar que el corazón gane terreno...


Me mueves sentimientos; desequilibras mi bienestar...

24 de enero de 2010

Anoche fue la intensidad

Anoche fue la intensidad la protagonista en todos los sentidos. Quise dejar de hablar varias veces, mientras mis labios expresaban todo aquello que no habían dicho en muchísimo tiempo, tanto que ni siquiera se habían pronunciado ciertas palabras ni se habían hablado ciertos temas. Quise callar mientras hablaba y temblaba. Removí el pasado, me vi en el presente y no pude más que pensar en el futuro.

Fui escuchada como normalmente escucho y fui comprendida como normalmente intento comprender. Qué grato fue encontrarme contigo en la vida. Gracias por ayudarme a caer en la cuenta de que necesito demasiado todo lo que me diste anoche; paz, comprensión y apoyo.

"Hay personas esparcidas por el mundo que no buscan que las llenen ni llenan a nadie. Los raros son los demás, los que lo intentamos." Y dijiste tremenda frase, y te quedaste tan tranquila. Y dijiste otras tantas y seguían desbordando la misma sabiduría. Confiaste en mí y te di mis pensamientos más ocultos. Si eso no es ser humano, dime qué es serlo...

Confieso que remover tanto duele demasiado. Duele porque hiere, y hiere por que se quiere. Cuando se sufre a causa de algo o alguien hay distintas formas de actuar: reirse de todo, llorar y amargarse, mirar a otro lado o esperar que vuelva y mandarlo de vuelta al "olvido".

Tengo demasiados frentes abiertos en este momento y ganas de zanjarlos para sentirme bien. Reírse es una opción, ayuda a quitar hierro al asunto pero preferí llorarlo, para limpiarme con más fuerza de como lo hace la risa... La risa es un plumero que esparce el polvo del asunto, el llanto, en cambio, arrastra, borra y purifica... Y ayer purifiqué...

Queda un árduo camino por recorrer, pero tengo lo necesario para emprender el recorrido. Me tengo a mí y la tranquilidad de saber, que si me tropiezo y caigo... os tengo a vosotros...

...cuenta atrás...

20 de enero de 2010

Días de todo

"Tengo tantas emociones juntas, que van divagando por mi cuerpo con la única finalidad de hacerme sentir viva."

Si me preguntaran que qué aconsejo cuando el mundo se ve gris, cuando las rutinas agobian, diría que una buena terapia es compartir con otras personas un espacio, un tema y un tiempo específico.
Hoy la vida me dio esa oportunidad de nuevo, y hoy me siento nueva.

El "teatro del oprimido" es una buena manera de expresar todo aquello que sentimos como una carga a la espalda. Las raíces históricas son realmente interesantes y el fruto excepcional. El primer contacto con este mundo me ha traído nostalgia y a la vez ganas de expresarme con cada una de las herramientas que me ofrece mi cuerpo.

Por un lado, el miedo al contacto físico en realidad es miedo al cuerpo de una misma, no reconocerse como tal, tener miedo que otros encuentren lo que ni te atreviste a mirar. Hoy se me olvidó, pude ser un ser humano, me sentí tranquila, comprendida y acompañada. Por otro lado te rodean personas que no conoces pero que empiezan a perfilarse con solo devolver una sonrisa o regalar una caricia.

Un día de reflexión después de un largo día de autocrítica. La vida regala tiempo para todo, solo hay que saber disfrutarlo y completarlo con la esencia de uno mismo.


19 de enero de 2010

Dulce nostalgia

Hoy, después de casi un año, me han dado y me he dado, la oportunidad de sacar cosas de dentro que a nadie había explicado. Me han dejado contar mi experiencia, me han dejado transportarme al pasado, he repasado conversaciones y sensaciones. He vuelto a Nicaragua desde la mente occidental.

Puede sonar extraño, pero cuando estaba allí me sentía tan a gusto con todo y todos, que emprendí un viaje mental hacia sus creencias más profundas, sus valores y costumbres y dejé a un lado los míos; sinceramente, encajaba mejor con ellos que con lo que supuestamente era mío, lo que llevaba en mi mochila desde España, desde que nací.

Cuando pasa el tiempo y revisas lo vivido siempre queda una imagen distorsionada de una misma, en otro contexto, otro momento y lo sientes como otra vida incluso. Cuando me recuerdo allí, entre personas increíbles que llenaron mi vida de alagos y mimos, me doy cuenta de lo mucho que les debo y lo nítido que quedó mi recuerdo allí, casi como un olograma. A día de hoy, después de 9 meses de mi marcha, siguen recordándome que estoy presente en ellos. Siguen recordándome, por qué siguen presentes cada día en mí.

Es muy difícil volver y no querer marcharte de nuevo. No querer volver a esos rincones dónde reíste a carcajadas y lloraste sin consuelo de alegría o pena. Y no queda otra que mirar adelante, seguir el camino que el corazón va marcando. Buscar la felicidad, aunque vayas llenando tu diario de recuerdos que nadie entiende, porque nadie ha sentido el amor de unos amigos que no se olvidan con el tiempo, de unas famílias capaces de adoparte como una más, de unos niños capaces de hacerte sentir primordial en sus vidas y de una energía en general que nadie podrá borrar por el resto de mi vida.

Nicaragua ha sido agua y fuego para mí, luz y penumbra, cielo y tierra, amor y paz. Y aunque el destino me esté llevando a otros lugares y mi futuro sea incierto, aunque con espectativas increibles, ese pedazo de tierra en el que viví 7 meses de mi vida se quedó con parte de mi memoria y de mí para siempre.

La nostalgia es bonita cuando no duele y yo solo siento alegría al recordar mi Nicaragua.

18 de enero de 2010

El mundo

"Cuando nacemos nadie nos explica cual va a ser nuestro rol en el mundo. Tenemos, normalmente, las necesidades básicas cubiertas, nos introducen en un sistema formal de educación que se supone nos dará las bases académicas y personales suficientes para conseguir "ser alguien en la vida". Nadie, absolutamente nadie nos dice, que ya somos "alguien" en el mundo.

Freud hablaba en sus teorías del "ello" el "yo" y el "superyo". Para él, las personas tenemos un pasado genético que nos condiciona, un presente que sentimos y sufrimos y a parte de eso, personas que nos rodean que anulan y corrompen nuestras propias percepciones. Creo que Freud presintió cada uno de esos días en que siento que el paso que doy me lo están borrando mientras intento dejar la huella. Hoy pensé que Freud no va a dar, al menos en mi vida, más base teórica a mis días.

Desde que era pequeña tuve la sensación de que cada día tenía marcado sus metas y debía cumplirlas. Algunas veces, algunas de ellas, podía dejar de cumplirlas por un par de días puesto que no corría prisa llevarlas a cabo, pero siempre debían tener una fecha de fin, y jamás me quedé sin esas metas pequeñas de la vida. Cuando unas acababan, otras empezaban. Deberes, trabajos, salidas, encuentros,...

Luego vas creciendo, pasas del instituto a la Universidad y empiezas a trabajar. Pierdes a los amigos con los que antes te creías llena y entiendes que si no comprendes que existes como ser independiente e individuo diferente al resto, seguirás respirando porque el cuerpo aprendió por inercia, pero nada más.

Emprendes el camino de la vida sin que nadie te haya dicho realmente lo que esperan de ti. Lo sabes porque
culturalmente te lo han inculcado, no porque consideres que es la mejor opción. Pero ya no hay metas más allá de las que tu te quieras marcar, y ahí empieza la vida de verdad, en el momento en que tienes las riendas de tus acciones y también las de las consecuencias a esas acciones. Ahí es dónde por primera vez en la vida te sientes completamente perdida y empiezas a recordar esa niñez perdida, de metas diarias, y no de metas de por vida.

Pero no es momento de quedarse en la nostalgia, es cuestión de respirar hondo, mirarse al espejo y recordar que no estás sola, que hay más seres como tu perdidos por el mundo y que tienes la opción de demostrarte que aprendiste lo necesario para "ser persona"... ahora lo entiendo... Después de los años comprendo que te conviertes en persona, cuando por tus andanzas, tus experiencias y tu principio de sabiduría, puedes ser modelo a seguir de otra gente perdida.

Ahí, cuando reconoces al otro como ser humano, como "persona", es cuando lo conviertes en ello. Cuando los demás te miran y ven a alguien con cualidades y defectos, naces como persona ante el mundo. Hasta entonces, eras un
puzzle de una parte de una figura incompleto, ahora puedes continuar el proceso, ayudando a otros a completar sus rompecabezas. Dejando que otros te muestren nuevas piezas para seguir creciendo.

Tengo mucha suerte. Mi modelo a seguir me lleva ventaja en la vida, me muestra opciones que consideraba perdidas y me ayuda a sentirme realmente realizada a cada paso.

Más allá del amor, hay admiración y respeto. Más allá del cariño, hay lealtad y de nuevo amor.

Y a día de hoy, no quiero formar parte del "superyo" de nadie. Quiero crear un "ello" mágico para el futuro y un "yo" contigo."