7 de agosto de 2010

Sabré llegar

Tengo la mochila preparada desde hace mucho tiempo. Llevo esperando irme de viaje hacia el destino hace muchos meses ya, pero como siempre sucede, aparece un pero. Me falta el dinero y me sobran miedos. 

Mi espalda, cargada como nunca de esperanzas, sentimientos y ganas ha dicho: "¡basta!", y me ha dejado en cama un par de días, agarrotada, como intuía se sentía el alma. Se alió con mi cuerpo y me han tirado sobre el colchón, sin pedir permiso, sin hablar conmigo...y merecido lo tengo.

No me escucho, no me cuido, no me entiendo ni acompaño; voy al son de varios ritmos a la vez, evitándome y pendiente de lo externo. La huelgas de mi cuerpo son entendibles; la presión que me aqueja también.

Mi destino está en mis manos y tu amor es el camino perfecto por dónde trazarlo.

Voy a mejorar y a caminar conmigo, para llegar hasta ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Huellas