24 de octubre de 2010

Ana sonríe dormida

Ana sonríe dormida. Pensaba en un posible título para dar sentido a las siguientes palabras pero ahora que he vuelto a escribir la frase y me dejo llevar por los mil caminos diferentes que podría trazar, decido que ahí termina la historia. 

Ana podría ser cualquiera; mi abuela se llamaba Ana y por eso mi nombre no es como el de las demás, porque el mío viene de ella, y sólo por eso, es el nombre más bonito que he podido nombrar desde que nací: Ana. Anuncia el verano y huele a almendro; sabe a higos y a moras clavadas en cualquier paja encontrada al borde del camino. Suena a risa y a inocencia, a brisa fresca en las noches de verano, sentadas en la puerta hablando con los vecinos que también se fueron y están con Ana, con esa Ana, con mi Ana.

Empecé escribiendo esta historia sin saber cómo llenar el hueco blanco que me han prestado y ahora que ella impregna estas líneas siento que faltan espacios para hacerle justicia a su nombre. 

Estoy sonriendo al recordarla. Ya hace casi cinco años que murió por dentro y nosotros tuvimos que quedarnos fuera, sin poder hacer nada más que quererla demasiado, tanto, que aun la quiero a mi lado. 

Y es que Ana sonreía siempre, dormida o despierta. Y ahora entiendo por qué el título de esta entrada. Ella quería hacerme saber que sigue en mí, en mi nombre y en mi corazón. Hoy ha venido a verme. Y yo, Ana, sonrío despierta y voy a sonreír dormida porque hoy vuelvo a olerte, a sentirte y a recordarte.

 Fuí feliz a tu lado, la más feliz del mundo y diste sentido a mi vida:
Quiero ser como tu.

2 comentarios:

  1. maria jesús26 octubre, 2010

    Ana, ya eres una gran mujer, eres esencia de flores del campo abierto, eres luz de un sol que no golpea, sino que acaricia, eres un ser de aquí, de allá, de mí...Eres una imagen que ya fue en tu abuela y que será en tus nietas...te quiero y te admiro.....

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  2. Hola Ana, llegue a este blog recorriendo los pasillos cibernéticos, y lei tus palabras.
    Me han encantado... y entendí que Ana tambíen sonrie despierta mientras recuerda y mira entre palabras tan bonitas, tan de flores, que al llegar a ese hueco blanco lo repleta de colores crecientes.
    Bonito texto para alguien tan querido. Y bonito blog... te seguiré.
    Saludos.

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