5 de abril de 2011

Marino, marina

Cuando cierro los ojos y suena el mar
hablando desde lejos un idioma tan cercano,
se me llenan los oídos de ese amor
que solo la naturaleza entrega en cada ola.

Si no crees el temblor de luz del que te hablo,
acompáñame a la par de ese trasiego
de ojos mudos y cerrados,
capaces de pintar acantilados

Podremos navegar sobre la arena
con los ojos cerrados y el corazón mojado;
los pulmones dos mares ahogados en aire
y el cielo fiel amante desbocado.

Bonito siento el mar, bonito tu
nadando sobre mí que tengo ojos cerrados
Abrir los ojos con afán de verte
y encontrarme que es el cielo el que me arropa

...y el mar el que me cubre como ropa...


...y tus manos, ¡ay tus manos si me tocan!...
Amante de mi mar, amante de mi boca.

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